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Arquitectos: Gramática Arquitectónica
- Área: 300 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Andrés Fraga Pérez
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Proveedores: ACYC, CUBREGAL, Cortizo, MONTUGAR, O PIÑEIRO, PREGALCO, Placo
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El paisaje rururbano gallego rodea cada esquina alrededor de la Casa Máxima. Hay campos de maíz cruzando la calle, pero un poco más lejos se pueden ver montañas de coches que van a ser triturados en un desguace. Desarrollándose como una nueva zona de viviendas unifamiliares, el terreno también resultaba muy irregular ya que forma parte de una red de antiguo minifundio.
Uno de las primeras premisas del cliente, era no tener ningún tipo de escaleras, que la casa pudiera ser completamente accesible. Por lo tanto, con este dato de partida y la realidad mágica geométrica del terreno, comenzamos a dar forma al diseño general. La parcela alargada se estructuró alrededor de varios pequeños volúmenes que se conectan unos con otros y separan diferentes usos de la casa. En vez de intentar hacer un concepto de planta abierta, decidimos ser radicales e ir en el sentido opuesto, la casa funciona como más como un comic con viñetas.
Cada espacio tiene una historia en sí mismo y cada uno es la sucesión del siguiente. En cada estancia existe una comunicación con el cielo por lo que la luz va cambiando a lo largo del día de diferentes maneras, y diferencia los espacios con juegos de luces y sombras. Cada volumen tiene también su propia apertura al jardín que le rodea, por lo que desde cualquiera de las estancias se tiene la sensación siempre de estar un poco en el exterior, el uso de un elemento continuo cromático de pavimento interior y exterior, conecta ambos mundos y difumina los límites entre dentro-fuera.
El diseño de un paseo perimetral que rodea los volúmenes se resuelve dibujando mediante líneas de granito curvas y diagonales que crean tres espacios diferenciados exteriores. Por un lado, tenemos la plaza semicircular de la cocina, por otro lado, está la plaza rectangular de la sala de estar y piscina y por último existe una plaza interior triangular, un espacio privado cercano a los dormitorios.
En los primeros diseños, la casa tendría la misma materialidad en todos sus paramentos, pero más tarde se decidió crear una clara distinción entre la ligereza y el peso. Las paredes exteriores se presentan en granito gris gallego, con marcadas juntas horizontales para reforzar el peso y la conexión a lo terrenal. Por otra parte, las cubiertas, con grandes aperturas al cielo se realizaron con zinc, un material ligero.
En el interior únicamente se rompe la pureza del blanco con el pavimento gris. El resto de acabados busca marcar los volúmenes puros. La cocina es el gran centro de encuentro de la casa. Un espacio con una gran mesa central unida a la zona de fogones con un gran lucernario encima. Se trata de un escenario donde cocinar para tus amigos, tener reuniones o simplemente hacer manualidades. La madera de la mesa era un viejo cedro del cliente, por lo que siempre existirá un vínculo y una historia entre los usuarios y el mueble.
En términos de eficiencia energética, se instalan suelos radiantes con aerotermia, así como se presta especial atención a la utilización de aislamientos de fibras naturales, la separación del terreno mediante un forjado sanitario y vidrios bajo emisivos.